domingo, 30 de agosto de 2015

LA LEYENDA DEL KURUPI



El kurupi es el genio de la fecundidad, protector del bosque, de
los árboles frutales, de las cosechas abundantes y de la lluvia
bienhechora.                                                                                                                                                                                               

A su paso por los llanos y los bosques, hasta las simientes escondidas se despiertan y hacen saltar sus brotes a la luz del Sol. Las rocas se cubren de lindo verde y las flores se abren llenas de polen. Así también, cuando pasa en cuatro patas por alguna capuera o se acuesta a descansar en ella, los cultivos crecerán con suma
abundancia en el lugar. Si toca el vientre de alguna vaca preñada, hará nacer terneros mellizos que enseguida correrán con fuerza inatajable por los bosques y los campos.



Kurupi es parecido a un indio fuerte; es bajo, feo, de ojos negros, de piel áspera y bronceada, muy peludo, de cabellos largos y lisos y poseedor de un enorme miembro viril, que lleva enroscado a la cintura. Tiene los pies al revés para despistar a los que tratan de seguirlo. Anda de siesta o al atardecer. Le gustan todas las mujeres, niñas y grandes, y las persigue cuando andan solas fuera de la casa, por la capuera, por el campo o el bosque. Las atrapa con el miembro viril, que usa como lazo, las posee y las deja enloquecidas o muertas. La única manera que tienen sus víctimas de salvarse de él es cortándole el inmenso miembro o subiéndosele a un árbol frutal.

















KURUPI REHEGUA

Kurupi ningo ama ha ka'aguy jára; ha'e rupi okakuaa porã opaichagua yvyra, hi'a yva mata oĩva ha osẽ porã temitỹngue. Ha'e ohasa hague rupi ndaje, mba'e ra'ỹi oĩva guive pya'e
voi heñoimba; ipoty va'ekue hína, hi'apáma; ha michĩ va'ekue hína oho yvate ỹrõ opoñy yvýre, omyenyhẽmba oĩha. Vaka imemby potáva rye rehe
opokóramo katu, katuete péva imemby mokõi ỹrõ mbohapy. Ha onasére voi lo vaka ra'y, orretosáma pe ñúre, hesãi oveve rei.
Kurupi ndaje ojogua índiope;

karapeton guasu, sa jeka, pire
anambusu ha haguepaite opárupi. Tuichaiterei ndaje hapi'a. Péva ipukuetereígui chugui ndaje, olia iku'áre, pono oikupy lia mba'e chupe.
Hasy voi ndaje jaikuaa haguã
hapykuere, ipyta jováigui ha'e. Kuña rapykuéri oiko jave, ndajaikuaái voi ohópa térãpa ou hína. Ha'e upéva opersegi; ndaipóri kuña ogusta'ỹva chupe, taha'e ha'évaichagua: kuñatáĩ, mitakuña, guaiguĩ, omendáva, omenda'ỹva. Upéva rehe naiporãi kuña osẽ ha'eño péicha asajekue hamba'e; ojuhúrõ chupe Kurupi Ladóce, ojura va'erã chupe la hapi'ápe
voi ha ogueraháma iguýpe. Upéicha rire opoi chugui he'õngue, térã katu la máva opyta itarova upéi. Ojesalva haguã Kurupígui ndaje, la kuña oikytĩ va'erã chugui hapi'a kysépe ỹramo katu ojupi chugui yva rakã rehe; péva añoite ndaje orrepeta Kurupi, iñakãraku jave hína.



Fuente:
FOLKLORE PARAGUAYO
SELECCIÓN DE MITOS, LEYENDAS,
FÁBULAS Y COSTUMBRES
Autor: DOMINGO AGUILERA
Biblioteca Infanto-Juvenil
Dirigida por: AUGUSTO ROA BASTOS
Ilustraciónes de ANY UGHELLI
Editorial Servilibro,
Asunción-Paraguay 2007 (224
páginas

sábado, 22 de agosto de 2015

LOS ANTICONCEPTIVOS NATURALES


"Etnomedicina de las etnias Mbya Guaraní y Paî Tavyterâ. Usos de plantas medicinales como anticonceptivos" es el nombre de una investigación llevada a cabo por  Claudia Céspedes, Nélida Soria Rey y  Sintya Valdez Ayala. Las investigadoras son del Centro de Estudios Rurales Interdisciplinarios (CERI).
 07 de Agosto, 2015
Una mujer indígena muestra una de las plantas anticonceptivas que se utilizan en su comunidad. Foto: Gentileza.
Sintya Valdez es socióloga, está cursando la Maestría en Ciencias Sociales en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO-Paraguay) y es socia investigadora del Centro de Estudios Rurales Interdisciplinarios. En esta nota, Valdez cuenta de qué se trata el trabajo presentado recientemente en el I Congreso Paraguayo de Farmacobotánica en la Sociedad Científica del Paraguay.
Sintya Valdez, investigadora.

-¿De qué se trata este trabajo de investigación?
-La investigación busca el  rescate del conocimiento tradicional de los Paî Tavyterâ y de los Mbya Guaraní sobre propiedades medicinales de algunas especies botánicas, específicamente sobre las propiedades de ciertas plantas que utilizan como anticonceptivos para regular los nacimientos. Se indagó sobre el preparado de estas plantas medicinales y las formas de uso. Así mismo, se realizó la colecta de las especies botánicas de las comunidades indígenas, para su identificación taxonómica y su localización in situ.   
-¿Cuál es la importancia de una investigación en torno al uso de plantas medicinales como anticonceptivos?
-Se trata de un conocimiento que permite a las mujeres el ejercicio de su sexualidad, el disfrute de la misma, sin que precisamente esté asociada a la reproducción y por tanto,  sin correr riesgos de embarazos no deseados. Se trata de la salud entendida como plenitud.
-Paraguay es el país que tiene el mayor índice de embarazo adolescente en la región, ¿creés que este trabajo podría ayudar a prevenir embarazos?
-El embarazo de adolescentes, que aunque fuese deseado,  siempre implica riesgos altos para la salud de la madre como del niño, requiere el tratamiento que amerita un problema complejo. Ciertamente,  el uso de preparados de hierbas con efectos  anticonceptivos que podrían no tener efectos secundarios, puede disminuir el riesgo de embarazos no deseados, sobre todo en el interior del país.
- ¿Estas plantas son anticonceptivas, pero no son abortivas?
-Es posible que algunas sean abortivas y otras no. La investigación está en su fase inicial, arrojando los primeros resultados, con la cual se va a continuar para responder con cierto nivel de seguridad a esta interrogante.

Esta planta es conocida como tapekue. Foto: Gentileza.
-¿Cuáles son las plantas que se utilizan y cuáles son sus nombres científicos?
-Las mujeres Mbya Guarani utilizan como anticonceptivo elhelecho, cuyo nombre científico es Doryopteris, C. Presl Fée. Pteridaceae. En cuanto a las mujeres Paî Tavyterâ, utilizan eltapekue, Acanthospermun hispidum DC. (Asteraceae) y elmbarakaja pyape o Dolychandra unguis-cati (L. A.H. Gentry) Bignoniaceae.


- La medicina indígena y las patentes: ¿Existe alguna política desde el Estado paraguayo de proteger el conocimiento ancestral de nuestros indígenas?
-El Estado paraguayo carece de políticas protectoras del conocimiento tradicional y de las especies botánicas originarias o que existen in situ en su territorio. Con esta investigación,  se busca alimentar la discusión sobre las políticas requeridas para aplicar normas internacionales que prescriben la participación equitativa en los beneficios de la explotación comercial de las especies en cuestión y del conocimiento tradicional sobre sus propiedades.

Fuente: http://www.paraguay.com/nacionales/los-anticonceptivos-naturales-131936

viernes, 21 de agosto de 2015

ORÍGENES HISTÓRICOS DEL POMBÉRO


En el mito del Pombéro hay dos aspectos a tener en cuenta. Uno es el origen histórico de su nombre y en otro la parte mítica que existe en la mentalidad popular, concibiéndolo como duende o personaje misterioso.
En cuanto a lo histórico, posiblemente de allí
tomó su nombre, vinculado con un personaje, espía de avanzada de los bandeirantes y mamelucos, de la era colonial, que merodeaba en las cercanías de los poblados de asentamiento de los guaraníes, especialmente en las misiones jesuíticas. Tomaban la forma de “cazadores de palomas” o palomero (pombero en portugués, nombre también dado a los que preparaban a las palomas mensajeras y a los que cuidaban los maizales contra la voracidad de estas aves que devastaban los sembrados). El espía de avanzada, disfrazado de “palomero” con un atuendo muy particular merodeaba, por los bosques para vigilar la vida y estudiar el movimiento cotidiano de las poblaciones guaraníes. Luego avisaba a sus cómplices, quienes ocultos y preparados estudiaban el momento más oportuno para dar el asalto final y llevar cautivos a los hombres, mujeres y niños y venderlos en el mercado de esclavos de San Pablo. Esto es histórico y cualquiera puede encontrar datos en los libros que tratan del tema, como ser “La conquista espiritual del Paraguay” de Antonio Ruiz de Montoya o bien “Las misiones y sus pueblos”, obra de Guillermo Furlong SJ. A veces sucedía que algunos indios, generalmente, mujeres o chicos, sorprendían al pombero merodeando preferentemente durante la siesta y entonces surgió el miedo al mismo. Los padres guaraníes acentuaban dicho miedo en sus hijos para evitar que fueran víctimas prematuras de los raptos, violaciones de chicos y chicas, que a veces aparecían embarazadas sin saber por obra de quién, etc. Las poblaciones advertidas se preparaban para fortificar las defensas de un ataque en ciernes, cuando se avizoraba la presencia de algún “pombero” en la zona.

Fuente: Gavino Casco, “Hable y Escriba en Guaraní”, pág. 311

lunes, 17 de agosto de 2015

Consideraciones respecto al guaraní y a su pueblo


Por Lucas Palacios

Hay algunas aseveraciones, fruto quizás de cierto nacionalismo acrítico, que me gustaría poder tratar de poner en cuestión.
En primer lugar esta idea de que el guaraní auténtico es del Paraguay y lo hablan los paraguayos. Los que amamos al guaraní y hemos estudiado acerca de él sabemos y podemos afirmar sin dejar lugar a dudas que EL GUARANÍ ES DE LOS GUARANÍES. Si es que existe un “guaraní auténtico” éste lo hablan las comunidades guaraníes. Sin embargo sabemos que LO QUE SE HABLA SON REGISTROS DIALECTALES DEL IDIOMA GUARANÍ, el guaraní mbya, ache, ava, pâi tavytera, correntino, paraguayo, boliviano, jesuítico etc. son sólo eso, distintas formas de hablar un mismo idioma, con distintos atravesamientos sociales, culturales, espaciales y temporales. TODOS SON VÁLIDOS Y NO HAY NINGUNO QUE SEA MEJOR O PEOR QUE EL OTRO. El registro preponderante en el Paraguay quizás sea el que más desarrollo, alcance y permanencia haya alcanzado, sin embargo ésto no convierte al guaraní paraguayo en el verdaderamente auténtico ni al Paraguay en su detentor y defensor. En todos los países en los que se extendió el guaraní fue perseguido y prohibido, y si se mantuvo en pie no fue gracias a las políticas lingüísticas de los respectivos países sino más bien a la persistencia cultural de un pueblo oprimido.

 
     Foto: Óleo de la artista plástica Elsie Díaz Foix

En segundo lugar, la guerra de la triple alianza y la guerra del Chaco las promovieron nuestras élites nacionales en alianza estratégica con el imperialismo extranjero. LOS PUEBLOS NO FUERON PARTE DE LA CONJURA TRAICIONERA ENTRE HERMANOS. Ejemplo de ello ha sido el tremendo rechazo que recibió la guerra contra el Paraguay en la población correntina y entrerriana y las innumerables rebeliones de soldados que se negaban a luchar contra sus hermanos paraguayos en todo el territorio argentino. La unión espiritual y cultural de nuestros pueblos, independientemente de las fronteras, fueron productos del legado guaraní.
En tercer lugar, el atraso del Paraguay hoy no es el producto de las dos guerras que devastaron el país. Cuántos países en el mundo han sido destruidos por los innumerables conflictos bélicos y sin embargo han remontado con creces en sus niveles de desarrollo (Alemania, Japón, Vietnam, Polonia, etc.). Las clases dirigentes paraguayas son las responsables de la pobreza y subdesarrollo de su pueblo. La victimización sólo contribuye a darle justificaciones falaces a una clase política, social y económica inepta y corrupta que se enriqueció a costa de la pobreza de su pueblo.
Kurepa, bolita, paragua, brasuca, son voces que nos alejan y que están inspiradas en un odio irracional y sin sustento. Los actuales rencores y resentimientos mutuos son infundados, los pueblos deben estrechar sus brazos y unirse en contra de esas élites que siguen haciendo presa de nuestra gente. Los que amamos el guaraní sabemos que nos une una cultura y una lengua extraordinariamente rica que excede y supera las fronteras y que nos hermana fraternalmente.

domingo, 16 de agosto de 2015

La rebelión argentina en contra de la Guerra de la Triple Alianza

Autor: Felipe Pigna
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Decía Alberdi: "Si es verdad que la civilización de este siglo tiene por emblemas las líneas de navegación por vapor, los telégrafos eléctricos, las fundiciones de metales, los astilleros y arsenales, los ferrocarriles, etc., los nuevos misioneros de civilización salidos de Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, San Juan, etc., etc., no sólo no tienen en su hogar esas piezas de civilización para llevar al Paraguay, sino que irían a conocerlas de vista por la primera vez en su vida en el ‘país salvaje’ de su cruzada civilizadora" .
La impopularidad de la Guerra de la Triple Alianza, sumada a los tradicionales conflictos generados por la hegemonía porteña, provocó levantamientos en Mendoza, San Juan, La Rioja y San Luis.
El caudillo catamarqueño Felipe Varela lanzó una proclama llamando a la rebelión y a no participar en una guerra fratricida diciendo: "Ser porteño es ser ciudadano exclusivista y ser provinciano es ser mendigo sin patria, sin libertad, sin derechos. Esta es la política del gobierno de Mitre. Soldados Federales, nuestro programa es la práctica estricta de la Constitución jurada, el orden común, la amistad con el Paraguay y la unión con las demás repúblicas americanas" .
A pesar de contar con un importante apoyo popular, Varela fue derrotado por las fuerzas nacionales en 1867. Como decía la zamba de Vargas, nada podían hacer las lanzas contra los modernos fusiles de Buenos Aires.
La participación argentina en la guerra respondía también al interés del gobierno en imposibilitar una posible alianza entre las provincias litorales y el Paraguay.
La guerra era para los paraguayos una causa nacional. Todo el pueblo participaba activamente de una guerra defensiva. Los soldados de la Triple Alianza peleaban por plata o por obligación. Esto llevó a los paraguayos a concretar verdaderas hazañas militares, como el triunfo de Curupaytí, donde contando con un armamento claramente inferior, tuvieron sólo 50 muertos frente a los 9.000 de los aliados, entre ellos Dominguito, el hijo de Domingo Faustino Sarmiento.
Decía La Nación, el diario de Mitre, decía: "Algunos miopes creen que el fanatismo de los paraguayos es el temor que tienen al déspota (Solano López) y explican su servilismo por el sistema rígido con que son tratados. Soy de diferente opinión: ¿cómo me explica usted que esos prisioneros de Yatay, bien tratados por los nuestros y abundando en todo, se nos huyan tan pronto se les presenta la ocasión para ir masivamente a engrosar las filas de su antiguo verdugo?" 
Mitre trataba de explicar las dificultades de la guerra echándole la culpa a la creciente oposición interna: "¿Quién no sabe que los traidores alentaron al Paraguay a declararnos la guerra? Si la mitad de la prensa no hubiera traicionado la causa nacional armándose a favor del enemigo, si Entre Ríos no se hubiese sublevado dos veces, si casi todos los contingentes de las provincias no se hubieran sublevado al venir a cumplir con su deber, si una opinión simpática al enemigo extraño no hubiese alentado a la traición ¿quién duda que la guerra estaría terminada ya?"
En nuestro país, la oposición a la guerra se manifestaba de las maneras más diversas, entre ellas, la actitud de los trabajadores correntinos, que se negaron a construir embarcaciones para las tropas aliadas y en la prédica de pensadores que, como Juan Bautista Alberdi y José Hernández, el autor del Martín Fierro, apoyaban al Paraguay.
En 1870, durante la presidencia de Sarmiento las tropas aliadas lograron tomar Asunción poniendo fin a la guerra. El Paraguay había quedado destrozado, diezmada su población y arrasado su territorio.

Fuente: http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/organizacion_nacional/guerra_de_la_triple_alianza.php

EL DIA DE LA MÁS HEROICA BATALLA AMERICANA: 20 MIL SOLDADOS CONTRA 3.500 NIÑOS PARAGUAYOS


Acosta Nú fue una de las más terribles batallas de la historia militar del mundo. De un lado estaban los brasileños con veinte mil hombres. Del otro, en el medio de un círculo, los paraguayos con tres mil quinientos soldados de nueve a quince años, no faltando niños de seis, siete y ocho años! Junto a los tres mil quinientos niños paraguayos, combatían quinientos veteranos comandados por el General Bernardino Caballero.




Esa batalla librada el día 16 de agosto de 1869, fue necesaria para que el Mariscal Francisco Solano López continuase su retirada del cuartel general de Ascurra y siguiese con seguridad hacia Cerro Corá, mientras los "niños combatientes" retardarían a las tropas brasileñas. (Esa batalla de Acosta Ñú es aludida por Tasso Fragoso como batalla de Ñú Guazú - Campo Grande).

La batalla comenzó por la mañana, en un campo abierto, cubierto de malezas. Bernardino Caballero -el mejor general de Francisco Solano López- con sus quinientos soldados del VI Batallón de Veteranos, reunió a los tres mil quinientos niños y esperó el ataque. Los paraguayos quedaron, como acentuó Tasso Fragoso, en un "círculo de fuego". Sufrieron el ataque brasileño por los cuatro lados: por el norte, la caballería de Hipólito Ribeiro; por el este, las fuerzas del General Cámara; por el sur, los veteranos del General Resin; y, finalmente, por el oeste, atropellaban las fuerzas comandadas por el Conde D'Eu. Atacados por los cuatro flancos, en una flagrante desproporción de fuerzas de cinco brasileños por cada paraguayo, la resistencia duró todo el día y, aún por la noche, el renombrado Conde D'Eu se tuvo que preocupar con los sobrevivientes heridos.



Acosta Nú es el símbolo más terrible de la crueldad de esa guerra: los niños de seis a ocho años, en el calor de la batalla, aterrados, se agarraban de las piernas de los soldados brasileños, llorando, pidiendo que no los matasen. Y eran degollados en el acto. Escondidas en las selvas próximas las madres observaban el desarrollo de la lucha. No pocas empuñaron las lanzas y llegaron a comandar grupos de niños en la resistencia. Finalmente, después de todo un día de lucha, los paraguayos fueron derrotados. Por la tarde, cuando las madres vinieron a recoger a los niños heridos y enterrar los muertos, el Conde D'Eu mandó incendiar la maleza. En la hoguera se veían niños heridos correr hasta caer víctimas de las llamas. La resistencia en Acosta Ñú y el sacrificio de esos niños simbolizan perfectamente cómo la guerra se tornó implacable. Tanto por el lado de Francisco Solano López, formando un ejército de niños, como por el lado brasileño que no se avergonzó en matarlos. Simboliza, también, la conciencia máxima de la defensa de la nacionalidad; la lucha extrema por la independencia nacional, llegando al suicidio de un pueblo que no quiso rendirse para no perder la libertad: la libertad, en el Paraguay de la época era un concepto práctico y no una palabra abstracta. Era el derecho a la tierra; a la alimentación; en fin, a la autonomía del país.

(El historiador paraguayo Andrés Aguirre consiguió que el 16 de agosto, sea el "Día del Niño" en el Paraguay, en homenaje a los niños de Acosta Nú. Hay un movimiento para que la OEA reconozca ese día como el Día del Niño en América)

La batalla de Acosta Nú permitió que Francisco Solano López consiguiese escapar del cerco de las tropas del Conde D'Eu. Su fin está próximo: él resiste con un poco menos de quinientos hombres y cercado de conspiradores. Su muerte ocurrirá el día lº de marzo de 1870. Con él murió el Paraguay. Desde 1868 en que Asunción ya había sido tomada -y saqueada por los soldados brasileños- ya había un gobierno títere impuesto y el Paraguay estaba siendo fraccionado y entregado al imperialismo internacional. No obstante, Francisco Solano López continuó la desesperada resistencia. El murió resistiendo.





Fuente: GENOCIDIO AMERICANO . LA GUERRA DEL PARAGUAY.

Autor: JULIO JOSÉ CHIAVENATO

Traducción: JUSTO PASTOR BENÍTEZ (h).

Tapa: Ilustración del Álbum de la Guerra del Paraguay,

Tomo II – Nº 27 – Año 1984 – Ed. Argentina

Carlos Schauman Editor,

Primera Edición en Castellano,

Asunción – Paraguay. Mayo 2008 (224 páginas)







sábado, 15 de agosto de 2015

ÑANDE REKO PORÂ / NUESTRA BELLA FORMA DE SER

En el idioma guaraní disponemos de una palabra para definir lo bello y lo bueno: "porâ". A diferencia de lo que solemos entender por belleza, los guaraníes veían la belleza de una manera más holística, completa, total, esencial. Si lo bello implica la bondad, entonces debemos comprender qué es ser bueno para los guaraníes y para ello debemos remitirnos a la noción de "Teko" (forma de vida, de ser, costumbre, norma) de donde viene "Ñande reko" nuestra forma de ser, y que no es sino la perfecta armonía entre el elemento humano, el natural y el espiritual; por lo tanto ser bello, ser bueno y tener una armoniosa manera de vivir están necesariamente implicados.
En idioma Aymara, se puede verificar que los conceptos de "lo Bueno y lo Bello"son sinónimos en el sentido que no se separa lo Bueno de lo Bello: La palabra "Suma " expresa lo Bueno, y lo Bueno es también lo Bello, por lo tanto "Calidad de Vida" se entiende como el"Buen y Bello existir en nuestro Planeta Tierra: "Wali Suma Jakaña".
Lo Bueno y lo Bello se define como la adecuada conformidad de las partes entre sí y su respectiva interrelación en la Totalidad, expresa la magnificencia de la Totalidad en los fenómenos individualizados de la vida.
Por su parte, cuando decimos en idioma quechua Allin Kausay, nos referimos, según el investigador Javier LajoS, a que por una parte "allin" significa "buenísimo", "magnifico", "esplendido" y el segundo término "Kausay", significa "vida" o mejor aún "existencia", por lo cual, dice Javier Lajo, se puede traducir como "espléndida existencia", lo cual se inicia primero con el "Allin Ruay", o el "hacer bien" las cosas, lo cual significa que se debe lograr un equilibrio
"h'ampi, que es el arte de saber encontrar el justo equilibrio, el "justo medio"según el tiempo" espacio en esta compleja trama del devenir de la vida.

viernes, 14 de agosto de 2015

Chipa, origen e historia


El origen de la chipa (o el chipá) se piensa fue en la zona de las Misiones Jesuíticas Guaraníes.



En los registros históricos de la época de la colonia y de los Jesuitas aparece en varios párrafos que los guaraníes preparaban tortas y panes de mandioca o de maíz. Durante la época de las Misiones Jesuíticas-Guaraníes, la alimentación guaraní fue complementada con otros alimentos (e ideas sobre estos) que portaron los Jesuitas desde el viejo continente consigo. Esto se debió a la introducción de ganado en el área de dichas Misiones, y a partir de estos se obtenían “nuevos” alimentos (para la mencionada zona), tales como: carne bovina y ovina, leche, huevos, quesos, etc. De esta manera, comidas con ingredientes de la base gastronómica guaraní (maíz, mandioca, zapallo, etc.) se entremezclaron con ingredientes traídos por los conquistadores y los Jesuitas (carne, leche, quesos, huevos, etc.), dando lugar a comidas que se han consumido desde esa Época Colonial hasta la actualidad. Seguramente haya sido en este contexto y en esa zona de las Misiones donde se originó la receta base del chipá o “chipa almidón”, y a partir de esta sus distintas variantes.
Se considera que fue en la región de las Misiones Jesuíticas-Guaraníes, región que era de dominio guaraní antes de la llegada de los colonizadores, donde se desarrolló la cultura y gastronomía de lo que actualmente se conoce como “Área Guaranítica” (zona geográfica sudamericana que conserva parte de la cultura guaraní). La cultura desarrollada en dichas Misiones fue muy fuerte, y los guaraníes fueron usados por los conquistadores y los Jesuitas (evangelizadores del catolicismo) como intermediarios con otros pueblos amerindios; fue por estos motivos que la cultura de los guaraníes que poblaban la zona de los ríos Paraguay, Paraná (en su curso superior) y Uruguay (en su curso superior) se conservó fuerte en esta zona, y a su vez se extendió (parcialmente) hacia zonas que no estaban poblabas por los propios guaraníes. Así, que la Area Guaranítica actual es más extensa que el territorio poblado por los guaraníes a la llegada de los conquistadores.

Cabe recordar que las Misiones Jesuíticas-Guaraníes se hallaban en territorios que actualmente están divididos en la zona fronteriza de 3 países: Argentina, Brasil y Paraguay. Teniendo en cuenta esto y todo lo dicho anteriormente, se entiende porque hay platos tradicionales comunes (tanto en origen, como en su desarrollo, así como en la actualidad) en la zona fronteriza de estos 3 países. El chipá (o la chipa) es uno de estos platos de origen y desarrollo común, y por todo esto se podría decir que tanto el chipá o chipa, como otras comidas del mismo origen y raíz, “no tienen nacionalidad”. Todas estas, son comidas que: surgieron en una región donde se conservaron (e incluso se expandieron, geográficamente hablando) y se consumen (sin interrupción) hasta el día de hoy. Además, se tienen como símbolos de cultura y tradición gastronómica, la cual sigue vigente.
A partir de mediados-finales del siglo XIX, las inmigraciones internas argentinas (y en este caso, especialmente la correntina), y la paraguaya han hecho que el/la chipá/chipa sea de consumo bastante habitual en puntos geográficos tan lejanos a la región de origen de esta comida (frontera entre Paraguay, Argentina y Brasil), como la Ciudad de Buenos Aires.
Además, a día de hoy, el chipá o chipa es de consumo habitual y tradicional (además de propio y originario) en el Noreste de Argentina y en todo Paraguay. En Brasil se consume el chipa, pero con su propia forma de prepararlo y bajo el nombre de pan de queso, aunque en la región donde antaño se originó esta comida, también es llamado “chipá”. Relativamente cerca a toda esta región (en el Este de Bolivia), y también con nombre guaraní, se consume una comida muy similar llamada “cuñapé” (pecho de mujer, en idioma guaraní); el cuñapé podría tener un origen similar, si es que no es el mismo, al chipá o chipa.
Fuente: Wikipedia